domingo, 1 de junio de 2014

Comentario del capítulo "Del hedonismo o el utilitarismo gozoso" , Michel Onfray: La construcción de uno mismo

Estoy de acuerdo con Onfray en que el utilitarismo es la visión de la ética humana que se deduce tras los conocimientos que tenemos hoy día. ya sea por subconsciente o conductismo, por Nietzsche o por un altruismo "desinteresado", ya sea por buscar la satisfacción personal directa o la nuestra nuevamente por medio del placer ajeno y la elevación de nuestros actos. Acción-satisfacción. El hedonismo sería por tanto y según creo, la inteligencia del utilitarismo, para conseguir felicidades sin quitarnos otras.

El egoismo lleva como dice el autor a eliminar una de las partes contratantes en nuestra búsqueda de felicidad, y la negación de los placeres nos lleva a ostentar una existencia muerta. Creo aun así que de ambas formas la vida muere, porque y en cita de autor desconocido, "creerlo todo y no creer en nada son dos formas de no pensar". Por tanto el hedonismo se sitúa en medio, en un utilitarismo, en una mediación de la inteligencia sobre la impulsividad (lo que el autor califica "parte maldita") y una identificación interpersonal (acompañada de un reconocimiento del deseo del otro y un intento de compaginar ambas intenciones). Sin embargo, tiene un punto flaco.

Claramente, para aplicar un utilitarismo a la vida, habría que conocer el objetivo al que sirve nuestras acción...pero la existencia no es tan sencilla. Influidos por la historia, la nuestra y la de los demás, nos vemos abocados a una duda permanente que hace polivalente y tediosa la búsqueda de lo que llamamos "el sentido de nuestra vida". Y ese reflejo de nuestra historia lo buscamos en el otro, ese sentido lo identificamos y lo convertimos en hacernos objeto de estudio a los demás y a nosotros mismos. "Con la madurez uno aprende a no poder pensar en algo sin considerar su contrario" dice otra voz anónima. El "amor propio" que llama Onfray nos lleva a defendernos de la crítica ajena y propia, es un residuo animal dice que no nos deja frenar ese intento de optimización, de búsqueda de virtud. Somos eruditos en darnos cuenta de que somos yo y los otros, pero que nosotros formamos parte de los otros de otro yo. Y queremos frenar esa vorágine relativista para encontrar un postulado que nos valide como personas dignas...odiando a veces a quien se nos presenta mejor que nuestra visión de nosotros mismos, y no queriendo cambiar algo que nos sirve (utilidad) para ser admirados.

Estas son mezclas de ideas que se me vienen a la cabeza y pertenecientes al libro pero...realmente y entre toda la hilera de cinéticas ahogadas en que se nos presenta la existencia para aquellos que intentamos levantar de más la cabeza...creo que hay una máxima que es importante recordar: si todo da igual, ¿por qué no hacerlo ameno?. Creo en ese utilitarismo, creo también que cuanto más se lee, mas viejo uno se hace y mas sabe, más puede uno vislumbrar parpadeos de ese sentido que intentamos darle a la rueda que gira en todas direcciones, único para cada persona, y por tanto imposible de una ética universal...aunque parezca que placer y dolor hablen el mismo idioma para todos, pero no por el mismo camino. El utilitarismo está zurcidito a la condición humana y es aprender. Siempre que tengas un mediano conocimiento de ti mismo para saber que y que no te frena hacia tus metas indecisas, tengas ciertas nociones de lo que te rodea en ámbito cultural y natural, otro tanto de tus juicios y deseos, y otro de los de las personas que has elegido querer, puedes elevar tu existencia al nivel de Nietzsche, de un Platón enamorado de su Sócrates o de un cínico miserablemente sonriente. No necesitas nada estable salvo tu conciencia de lo que te rodea, tu capacidad de aprender...y si puedes, optimizarla con entusiasmo. Porque no es lo mismo estudiar sentado que estudiar sentado, sí, así de redundante, pero aun siendo lo mismo puede tener mil y un matices, que no dependen más que de tu estado. 

Creo que si algo se puede obtener de la filosofía como ayuda para nuestras vidas es que "el fútbol es así". No de un modo cabizbajo y sumiso, ni de uno rompedor y reivindicativo. No como un fastidio ni como una ventaja, olvida el ego. Sencillamente, disfruta a gusto, sufre a gusto (?) , piensa a gusto, y ante todo, decide. 






No hay comentarios:

Publicar un comentario